Para quien roba un iPhone no hay perdón

No amaina el culebrón del prototipo del nuevo iPhone 4G, que primero se dijo que un ingeniero de Apple se haba dejado en un bar, y ahora ya se admite que alguien cobró 5.000 dólares por pasárselo al bloguero Jason Chen. El viernes pasado la policía, armada de una orden judicial, entró en la casa de Chen y se incautó de cuatro ordenadores, dos servidores, teléfonos y otros artilugios. Chen trató de hacer valer su condición de periodista protegido por la ley para obtener información reservada pero de interés público. A la policía no la convenció pero el debate está servido en la red.

El mismo Chen cuenta en Gizmodo, el medio online donde escribe y donde se destaparon las intimidades del 4G Iphone, que el agente de policía con el que trató no había visto en 25 años de servicio una carta como la que Chen esgrima, haciendo valer su condición de periodista, y extendida por Gawker, el medio matriz de Gizmodo. Se da la circunstancia de que Nick Denton, fundador de Gawker, es uno de los que ha cuestionado abiertamente que los blogueros puedan ser calificados sin más de periodistas.

Puerta forzadaMientras esta apasionante cuestión flota en el aire, Jason Chen no pierde comba ni oportunidad de aparecer ante la opinión pública como el protagonista de Missing. Cuenta en su blog que el viernes pasado salía a cenar fuera con su mujer y que cuando volvía a casa, alrededor de las 9.45 pm, se encontró la puerta del garaje abierta a la fuerza y la policía ocupando el espacio que habitualmente ocupa su coche. Su mujer tuvo que aparcarlo en la calle mientras él era cacheado por la policía con las manos detrás de la cabeza.

En estas se acercó un vecino, al que Chen no conocía de nada, para averiguar qué pasaba. Los policías aseguraron que todavía les quedaba un rato en la casa y sugirieron que Chen se fuera a casa de su amigo y que ya le llamarían cuando pudiera volver. Chen rechazó refugiarse donde el intruso y, según cuenta, se mantuvo en terco y escueto silencio cuando los agentes le invitaron a hablar con ellos a ver si se aclaraba el posible malentendido. Añade que le dijeron que haban tenido que forzar la puerta al no encontrarse él en casa para abrirla pero que tenía derecho a ser indemnizado por el valor de la reparación.